Desde la AV hemos decidido presentar el siguiente escrito al ayuntamiento (NRE 1749), aunando las numerosas quejas que durante los últimos años muchxs vecinxs nos comentan que han planteado al equipo municipal. Quejas tanto verbales como por escrito, que han sido ignoradas sistemáticamente por los responsables.
A la Alcaldesa-Presidenta y Concejalía de Festejos
Como Asociación vecinal que recoge las opiniones de los vecinos y vecinas del pueblo, queremos trasladaros el desacuerdo con el tipo de ocio y diversión ofertada por el ayuntamiento en las fiestas patronales de agosto, la organización de las mismas, y el malestar generalizado por las desagradables consecuencias que ello conlleva.
Las numerosas quejas que nos han hecho llegar
se resumen en:
· Poca variedad de actividades. Como
reflexiones: ¿qué tipo de actividades se ofertan para menores de nueve a
dieciséis años? ¿y para familias? Igualmente, parece que los niños pequeños
tienen tan solo un Día del Niño para su disfrute. A los futuros adolescentes y
jóvenes que participarán en las fiestas activamente dentro de pocos años ¿se
les están proporcionando modelos adecuados y saludables de ocio? Podríamos
seguir con ejemplos de otros grupos de edad y gustos, mal o nada atendidos.
· Actividades obsoletas y poco apropiadas.
Entre otras, ha llamado especialmente la atención la asistencia de la legión. Su
presencia ha resultado contraproducente e impropio de la España del siglo XXI.
Es incuestionable que no genera un ambiente sano, creativo ni colaborativo
entre los vecinos.
· Molestias para la mayoría de los vecinos: principalmente
suciedad, falta de descanso y de comportamientos cívicos, que podrían
fácilmente reducirse si hubiera una buena planificación, pensando en unas
fiestas para todos. Aquí podríamos dividirlo en dos grupos según el tipo de
responsabilidad que vemos del ayuntamiento:
o Directa: por
eventos organizados o gestionados por el ayuntamiento. A la poca variedad se
suma el hecho de que los que más se repiten son especialmente molestos. Las
discotecas móviles, en concreto, no se entiende que se alarguen hasta las 6am
si en las últimas horas apenas quedan ya asistentes. Tampoco es razonable que
los feriantes tengan la música alta a horas intempestivas cuando no hay
público, como viene siendo habitual. Tenéis la obligación de buscar la manera
de compatibilizar dichos festejos con el derecho al descanso y disfrute de
todos los peraleños y peraleñas. Hay que añadir la escasez de urinarios
públicos (4 en todo el pueblo) y de contenedores, lo que hace que cada noche
nuestra plaza, calles y puertas de casas queden en un estado deplorable.
o
Indirecta: la mayoría de las quejas en este
punto son debidas a algunas peñas. El consumo, incluso por menores, de alcohol
y estupefacientes por la calle y locales, el cultivo de plantas de marihuana en
las cámaras de las peñas (el olor característico se huele a metros de
distancia) y el uso de potentes equipos de sonido durante prácticamente las 24
horas del día. En muchos casos, estos equipos no solo son usados durante los
días de fiestas sino durante todo el año. A veces, desde comienzos del mes de
agosto son orientados hacia la calle en lugar de hacia el interior de las
peñas, superando con mucho los límites permitidos de decibelios. Este hecho
causa a los vecinos de las peñas un grave perjuicio en cuanto a su derecho de
descanso. No sólo eso, sino que algunos han recibido insultos y amenazas por
parte de miembros de algunas peñas cuando les han pedido cosas tan razonables
como que bajaran la música en horas en las que el resto del pueblo descansaba, que
no dejaran basura en sus ventanas o que no se mearan en sus puertas, muchas de
ellas de nivel inferior al de la calle, con lo que los orines entran en los
domicilios. Aquí también nos preguntamos si los locales donde se reúnen
nuestros jóvenes tienen las condiciones adecuadas en cuanto a equipamientos,
seguridad, aforo, salubridad, uso del espacio... sobre todo teniendo en cuenta las
que están allí durante todo el año.
En este punto, la solicitud de
soluciones al Ayuntamiento no es algo nuevo, pues aquí nos consta que ha habido
numerosas quejas verbales que, increíble y sistemáticamente, han sido
respondidas por el equipo municipal con un mero “son fiestas”. Además, hace un
año hubo unas quejas previas que no parecen haber tenido ningún eco en el
equipo municipal que, se supone, nos representa. El 3 de septiembre de 2015 se
registró una carta firmada por varios vecinos de la calle Mayor Baja y
alrededores donde se exponían las quejas con respecto a los ruidos durante las
24 horas del día por parte de la peña el
Resacón, la suciedad que generan y la falta de respeto al descanso de los
vecinos. Sobre la utilización de la esquina de la calle Peligros nº 2 como
urinario público durante las fiestas se presentó un escrito con NRE 1746 del 25
de agosto del 2015. De hecho, el propio Ayuntamiento parecía haber tomado nota,
como se puede comprobar en el Pleno del 24 de septiembre de 2015, cuando, en el
primer ruego, punto nº 9.a, sobre la
elaboración de una Ordenanza que regule la actividad de las Peñas de las
fiestas Patronales, “responde alcaldía manifestando que existe ya un nuevo
borrador que será presentado en breve a los grupos municipales, para después
remitirlo a las Peñas y Asociaciones y debatirlo con ellas”… ¿Qué ha pasado con
todo esto?
Si bien
creemos que la situación actual exige más control, insistimos en que con unas
fiestas bien diseñadas, con un enfoque de diversión distinto, pensando en todos
los peraleños y peraleñas y con más opciones de ocio, no haría falta ordenanza específica de peñas, utilizada como otra
excusa más de represión. Se hace imprescindible el cambio de oferta para
reconducir las costumbres asociadas a las fiestas y que no se relacionen
únicamente con el desparrame, el uso y abuso de sustancias tóxicas, los
conflictos, la falta de educación y las conductas inadecuadas al amparo de que
tan solo son unos días al año y “todo vale”. En resumen, hay que darles a
nuestros jóvenes oportunidades y el valor que tienen, en lugar de condenarles
como estáis haciendo.
· Partidas presupuestarias mal repartidas. El
hecho de que las distintas partidas presupuestarias no estén equilibradas,
centrándose desproporcionadamente en eventos taurinos, agrava todavía más el
hecho de que mucha población se quede sin poder disfrutar de unas fiestas que
se supone son para todos los habitantes. Sorprende cómo para algunas de las
actividades planificadas, de coste ínfimo, se exige un número mínimo de
participantes para realizarse, mientras que para lo relacionado con la
tauromaquia, no, a pesar de suponer el grueso del presupuesto y ser año tras
año más y más deficitaria.
· Coste total exagerado. Si bien puede
entenderse que unas fiestas supongan algo de gasto, las docenas de miles de
euros de pérdidas que aumentan cada año es a todas luces desmedido. Ello hace
que el pueblo esté cada vez más endeudado, según se puede comprobar por el gasto en eventos taurinos, resultando en que otras necesidades que
tiene la población durante el resto del año se quedan sin presupuesto.
· Conflictos entre vecinos que antes no
existían. A pesar de costar cada vez más dinero público, el espíritu festivo
consideramos que se está perdiendo. Por lo que hemos podido observar, ha pasado
de ser una fiesta popular con actividades para todas las edades y gustos, a
unas fechas donde, al amparo de la festividad, se produce un descontrol en
cuanto a conductas cívicas, de higiene e incluso de respeto, que hace que los
vecinos y vecinas estén cada vez más crispados. Así, en lugar de celebrar la llegada de
nuestras fiestas anuales, cada vez más gente que tiene posibilidad “huye” de
Perales durante esos días. La obligación del Ayuntamiento es garantizar unas fiestas agradables para todos, al igual que
ocurre en otros pueblos de la zona (Olmeda de las Fuentes y Rivas, por poner
algunos ejemplos cercanos de fiestas
para todos los públicos y con actividades variadas)
· Duración total de las fiestas: la sensación
general es que no es en absoluto necesario tener unas fiestas de 10 ó 15 días,
sobre todo teniendo en cuenta el resto de puntos arriba expuestos.
Si bien desde la Asociación Vecinal no
tenemos necesariamente que compartir todos estos argumentos, sí que debemos
exigiros que tengáis en cuenta la opinión de los habitantes del pueblo a la
hora de organizar nuestros festejos. El dinero de todos los contribuyentes debe
ser utilizado de manera responsable para el disfrute de todos y no solo de
determinados grupos.
Creemos que el tipo de eventos que ofertáis no ayudan a crear una buena imagen ni de la juventud que participa en las fiestas, ni del municipio en su conjunto
No es de recibo que unas fiestas en honor a la Virgen
del Castillo empiecen a ser calificadas como diversión basada en ruido, excesos y abusos a toda “costa, coste y costo”. No se
comprende que, como organizadores y máximos responsables de las mismas que
recibís cada año más y más quejas, no hagáis nada al respecto ni busquéis alternativas
de ocio más inclusivas y de las que los peraleños y peraleñas podamos sentirnos
orgullosos y disfrutar.
Así, SOLICITAMOS
·
Más oferta de eventos, pensando en todos los
distintos grupos de población.
·
Actividades más participativas, que,
normalmente, son menos costosas y de un ocio más sano.
·
No inclusión de actividades relacionadas con
eventos bélicos pasados ni uso de armas.
·
Diálogo con peñas para analizar posibles
comportamientos poco respetuosos para con el resto de vecinos y medidas serias
para evitar las molestias durante todo el año
·
Planificar de manera razonable los horarios
de chiringuitos de feriantes y discotecas móviles y no alargarlas
innecesariamente si no hay público
·
Cumplimiento de la normativa vigente de
control de ruidos fuera de horarios estipulados de fiestas y por parte de las
peñas que están todo el año
·
Vigilancia de cumplimiento de condiciones de
los locales utilizados por las peñas
·
Más urinarios públicos, contenedores,
servicios de limpieza durante fiestas por calles céntricas y no céntricas
·
Revisión y reducción del presupuesto total en
pro de las necesidades básicas de la población durante el resto del año. El
ayuntamiento no deja de ser una empresa y, como tal, debe ser responsable a la
hora de planificar sus gastos
·
Análisis de la inversión y el gasto de cada actividad,
ajustando aquellas especialmente deficitarias y repartiendo más equitativamente
las partidas presupuestarias para los distintos tipos de actividades.
Asimismo,
queremos expresar que vuestra ya costumbre del silencio por respuesta ante
cualquier tipo de proposición, comentario, solicitud por parte de la ciudadanía,
no sólo puede entenderse como falta de eficiencia por vuestra parte, según lo
recogido en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, sino falta
de educación y respeto para con los peraleños y peraleñas.
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